
Para la mayoría de nosotros, la apariencia de nuestro hijo es el evento más emocionante y significativo de nuestras vidas. Preparar una habitación para el hombrecito precede a esto y nos trae emociones adicionales, y solo placenteras. Por lo general, pensamos e intentamos muchas veces más que en cualquier otra parte del hogar, especialmente si estamos esperando nuestro primer hijo. Y esto está bastante justificado. La habitación del bebé es la primera de las muchas habitaciones infantiles que organizaremos y equiparemos para nuestro niño en el proceso de crecimiento. Debe ser la habitación más luminosa y cálida de la casa. A menudo elegimos colores según el sexo del bebé, pero esto está lejos de ser obligatorio. No debemos olvidar que la madre será una ocupante habitual de la habitación, por lo que debemos cuidar su comodidad y conveniencia. Es bueno que la habitación de los niños esté cerca del dormitorio principal. Al elegir muebles para la habitación de un bebé, es importante prestar atención no solo a su hermosa apariencia, sino también a su seguridad y funcionalidad: no tener bordes afilados, telas y superficies ásperas, estar hechos de materiales naturales. Las cortinas o persianas deben estar hechas de telas ligeras que no retengan el polvo y se puedan limpiar con frecuencia y rapidez. La iluminación es importante: tener mucha luz cuando sea necesario y la capacidad de atenuarla por la noche cuando el niño se duerme. Estas son cosas en las que podemos pensar y hacer con anticipación, y cuando el bebé llegue a estar listo para las preocupaciones y problemas diarios. A primera vista todo parece complicado y hasta un poco aterrador, pero no debemos olvidar que lo más importante es estar tranquilo y criar a tu hijo con amor y paciencia!